Hogar » Cambio climático y fresas: Cómo proteger el cultivo hoy
El calentamiento global no solo significa veranos más calurosos. También implica cambios climáticos bruscos y erráticos, periodos fríos inesperados, olas de calor en invierno o semanas sin sol. Para los cultivadores de fresa, estos “cambios de humor” del clima se están convirtiendo en verdaderas amenazas, especialmente durante la floración y el desarrollo del fruto.
La nueva normalidad: el latigazo climático
Lo que antes eran temporadas de cultivo predecibles, ahora se ha vuelto una ruleta. Solo unos pocos días nublados o fríos fuera de temporada pueden:

Por otro lado, olas de calor repentinas en primavera pueden causar:
Por qué las fresas son tan sensibles
Las fresas son sensibles al fotoperíodo y están muy adaptadas a la duración del día, la calidad de la luz y temperaturas moderadas. Su fisiología está diseñada para la estabilidad, por lo que cambios repentinos interrumpen todo:
Como resultado, el impacto en el fruto puede ser significativo:

Consejos para los productores
Conclusión
Las fresas pueden ser dulces, pero cultivarlas hoy significa navegar por la incertidumbre climática amarga. El calentamiento global ya no es un goteo lento, es una montaña rusa, y a veces, solo 3 días nublados pueden marcar la diferencia entre ganancia y pérdida.